Cuando pinté y monté los veteranos libio-fenicios ya me di cuenta que con estas miniaturas armadas de grandes escudos y lanzas en ataque, lo realmente difícil era meter cuatro de ellos en un base de infantería pesada de 4 cm x 1,5 cm.
Con aquellos no tuve problema porque como los uso de Auxiliares (Ax) caben muy justitos en las de 4 x 2.
Pero al pensar en montar un ejército romano con las espléndidas miniaturas de Xyston corría un tremendo riesgo.
Finalmente me llegó el pedido y pude comenzar a hacer pruebas con las miniaturas.
Efectivamente, una vez armadas con lanza o pilum y los enormes escudos romanos, sencillamente no cabían en las bases de 1,5 cm.
La solución obvia aunque con cierto riesgo es hacer una pequeña transformación en los brazos portadores de los escudos. Usando un escudo como placa para hacer fuerza suavemente doblar o "plegar" los brazos para bajarlos y permitir así que el escudo esté mucho más cerca del cuerpo y ganar algunos millímetros.
La segunda idea que he llevado a cabo con bastantes minis es retorcer también el brazo que arma la lanza, para que en lugar de la posición de ataque adopte una posición de descanso.
Esta maniobra es aún más peligrosa que la primera, debe hacerse con decisión, extrema suavidad y en una sola maniobra, pues NO admite correciones; en caso contrario el metal sufre demasiado y se rompe.
He logrado no perder ningún brazo hasta ahora.
Aquí os muestro el antes y después de estos principes.
Sólo tuve un problemilla con un plumero del casco del legionario Popilio Rufo, pero afortunadamente con el maravilloso minitaladro le hice una trepanación a lo vivo al pobre Rufo y el tema quedó solventado en dos minutos.