miércoles, 5 de noviembre de 2008

ENCUENTRO INESPERADO

Batalla librada el día 18 de octubre de 17 a 21. - en el local "El Informal" - club Tessen de Gavà.

Sirva además para contrarrestar cierta crítica al DBMM que leí hace poco tiempo en otro foro. Decía el crítico más o menos, que en DBMM cuando estaban los ejércitos en la mesa ya todo estaba determinado, pues todo lo que no hayas previsto en el plan y despliegue ya no podrás hacerlo.

Desde luego fue una batalla improvisada para mi, pues esa tarde esperaba enfrentarme a los prusianos de landmeister. Una hora antes supe que venía nuestro compañero Xavi con sus escoceses. De ahí, el título, "Encuentro inesperado".

Vista general de mi ejército antes del despliegue.


A Xavi lo conocía del Games Day, donde mediante un ataque nocturno plantó sus Wb ante mis adormiladas picas y las arrasó. (Ver "El Día de la Batalla").

Así pues me puse nervioso. Todo mi plan anti-prusianos al garete. Y estos escoceses tienen una combinación letal, pues aunque a sus picas puedo oponer las mías, la presencia de ese bloque de Wb de élite es muy peligroso y me obliga a disponer de toda mi tropa ligera que a su vez es frágil ante las picas.

Sin tiempo para más, usé una distribución clásica de tres mandos. Uno de infantería pesada, el segundo con los elefantes y los Ax y Ps superiores, más Ax(O) y LH(F) y tras ellos a esperar acontecimientos los compañeros del Rey (Kn(F) en cuña) y la LH.




El enemigo formó con un mando gigantesto de infantería ocupando todo el frente de batalla y dos mandos pequeños con la caballería, hacia a mi derecha.

Ellos movían primero.


El primer movimiento fue (no podía ser de otra forma siendo Xavi) sorprendente, la caballería escocesa se abrió en abanico, una parte para rodear mi derecha y es resto ¡cruzando su propio frente hacia mi izquierda!!!!!

Macedonia avanzó para intentar estrechar el espacio de maniobra y realizó un movimiento preventivo con la caballería. La foto es mala, pero necesaria para ilustrar esta fase:




El siguiente movimiento escocés aclaró sus intenciones: las Wb también se movieron en columna en dirección a mis piqueros, protegidas por una pantalla de LH y Cv.

Pretendía hacer lo mismo que la vez anterior pero a plena luz de día. ¡Qué descaro! ¡Qué brillante!




Busqué una solución drástica. Todo el mando de mi izquierda, la infantería pesada, dio media vuelta y disciplinadamente marchó hacia retaguardia. El objetivo era alejarlos del peligro y a la vez dejar el espacio para que mi caballería entrase por el hueco abierto para vérselas con los Wb y la caballería enemiga.

Esa era la segunda decisión importante, la de olvidar la amenaza de su caballería en mi flanco derecho: ¡A la porra el flanco, si quiere venir le espero! (creo que dije algo más soez).

Cumpliendo órdenes el grueso de mi caballería partió hacia el centro de la línea, aunque pensaba dejar alguna unidad de Kn y al general en una posición central para para dar mando al resto y actuar como reserva.



Como en la derecha mi mando ligero siguió avanzando obligó a actuar a la pantalla de LH escocesa, por lo que se produjo el primer enfrentamiento de la batalla:



Uno de mis elefantes hizo retroceder al enemigo pero el otro derrotó a su oponente dejando un hueco en la pantalla de LH. Fue entonces cuando a través del polvo vislumbré una unidad de Cv. Me pareció ver agitarse un estandarte e inocentemente pregunté a Xavi:

- Oye! ¿eso de ahí es un general?

Creo que oí el GLUPS! en su garganta.

La decisión estaba clara, el elefante avanzó barritando hacia el CinC escocés que decidió combatir...Y morir. Por desgracia el otro elefante fracasó y la LH hizo uso de su "quickill" y lo mató. He aquí la sangrienta escena:



Panorámica de la situación general de la batalla. El solitario elefante parecía condenado a ser rodeado y eliminado, pero resultó un hueso muy duro, acabó con otra caballería enemiga y como se verá pasó el resto de la batalla rodeado y enzarzado en un terrible duelo sin vencedores.





También se aprecia, que al olvidarme yo de la amenaza del flanco derecho, las Cv enemiga dieron media vuelta para regresar al centro de la batalla.

Vista de la caballería pesada, los "Compañeros", avanzando hacia el centro.




Para entonces mi caballería ya desplegaba en la izquierda, la infantería pesada se había vuelto a dar la vuelta y una falange avanzaba hacia el centro que con los elefantes muertos o avanzados, tenia un agujero enorme. La reserva de caballería con el general también avanzaba lentamente por el centro, observando como la caballería enemiga avanzaba sobre mi derecha. Además una parte de la caballería enemiga se desplazaba hacia mi izquierda. Desplegué hacía ellos a mis hoplitas mercenarios.



Por fin las picas (F) escocesas avanzaron y su caballería cayó en mi flanco izquierdo. Cometí allí un grave error al avanzar las dos unidades del extremo que estaban escalonadas, cuando las alineé con el resto fueron un bocado fácil, como puede verse en la foto. También se ve que la caballería escocesa de la izquierda ha desaparecido para rodear el TDificil. Y amenazar mi bagaje en retaguardia. Por ello encamino una falange de picas a protegerlo.




En esta fase de la batalla el combate es encarnizado, mi caballería y las picas han entrado en línea, el elefante sigue peleando. Por un pelo (un dado maldito) no gana sus combates. (después supe que en caso de ganarlo habría roto un mando de caballería enemiga).




Desgraciadamente, el tiempo se nos había echado encima y no podíamos culminar una batalla que estaba en el mejor momento.





En conjunto llevaba una pequeña ventaja, un mando enemigo desmotivado y apunto de ruptura, el otro de caballería, era también pequeño y creo que hubiera sufrido daños rápidamente ante mis Kn, pero la masa de infantería enemiga estaba aún casi intacta, aunque carecía de su general, un serio handicap. Por otra parte mi mando de infantería ligera estaba muy tocado y en una posición difícil ante las picas escocesas.

La batalla estaba aun por decidir. Pero disfruté muchísimo de ella y aprendí de la sabiduría de mi oponente Xavi y de nuestro árbitro y mentor David.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Día de lluvia

¿Qué se puede hacer en un día de lluvia como ayer?

Pues si no hay ninguna batalla prevista ni se puede improvisar una, nada mejor que dedicar unas horas al noble arte de pintar soldaditos.

Bueno, además dediqué también un rato a un encargo muy especial.
El “caganer” de la oficina, una pieza histórica que siempre ha acompañado las fiestas navideñas de los compañeros de trabajo más veteranos.
El paso del tiempo había hecho mella en él, así que hace meses me ofrecí a “darle un repaso”, pero mi dedicación a los macedonios habían provocado un retraso que ante la cercanía de las fiestas se hacía ya inexcusable.

He aquí el resultado de un día de lluvia.

En primer lugar una unidad de caballería bactriana que sumar a mi ejército macedónico.
Sólo le falta acabar el terreno de la base.






Y nuestro querido "caganer".




DBMM

A alguno de los amigos lectores quizás le suene a chino esto del DBMM, así que incluiré sólo unas líneas introductorias con el fin de dar algo de luz a los profanos.

DBMM la abreviatura del latín “De Bellis Magistrorum Militum” o sea, “Sobre las guerras de los maestros de soldados”, es un juego de miniaturas para jugar a la guerra.

Propiamente dicho es un reglamento, pues todo lo demás necesario para jugar lo deben poner los jugadores. El reglamento permite simular batallas con ejércitos históricos desde la Edad del Bronce hasta el final de la Edad Media. Nada menos que 4.500 años de historia.

Para organizar los ejércitos se proporcionan unas listas que detallan casi 400 ejércitos históricos, agrupados en 4 libros según la época.

Libro I. La época de los carros. 3000 a.C. hasta 500 a.C.
Libro II. La época clásica. 500 a.C. hasta 476 d.C. (la caída Roma)
Libro III. La baja Edad Media. Hasta 1071 d.C.
Libro IV. La alta Edad Media. Hasta 1500 d.C.

Se puede jugar con ejércitos históricamente enfrentados, con ejércitos del mismo libro o bien librar batallas realmente “fantásticas” entre ejércitos separados por milenios. Pero el reglamento y el sistema de puntos de los ejércitos permite librarlas con unas condiciones mínimas de igualdad, el resto lo ponen los generales.

En las listas encontraremos tipos de tropas básicos, como caballeros pesados, caballería, caballería ligera, carros de batalla, piqueros, lanceros, espaderos, hostigadores, arqueros, ballesteros, honderos, hordas, guerreros, elefantes, artillería, naves de guerra, trenes de bagaje… y las posibles fortificaciones, elementos geográficos e incluso atmosféricos. Las listas de cada ejército pretenden que éste sea semejante al original, con unas tropas obligatorias y otras de libre elección, por ello aunque se juega habitualmente a 400 puntos, los jugadores suelen disponer de más puntos para tener algo de flexibilidad y confeccionar ejércitos pensando en el rival.

El reglamento determina el uso de las tropas, las clasifica históricamente y les asigna grados de potencia, resistencia y movimiento. Los movimientos se miden con reglas pues el campo de batallas es abierto, sin más marcas que la geografía generada de forma histórica y aleatoria a la vez.

El sistema de juego hace que el mando, el generalato, la planificación de la batalla y la realización de esos planes sean muy importantes. No lo es menos la voluntad de vencer, pues la moral de los jugadores tiene un valor tremendo. Aunque siempre queda un punto en el que el azar cuenta y eso no es menos histórico que la misma realidad.

Pero el DBMM además de jugar, determina todo un hobby. Como he comentado sólo proporciona un reglamento y las listas. El resto se debe construir y/o pintar. La mesa de juego, los elementos de escenografía y lo más importante, los soldados.

La escala típica es la de 15mm. Muchas marcas ofrecen tropas de casi todas las épocas. Y el esfuerzo definitivo suele ser pintar, pintar y seguir pintando. Algunos ejércitos necesitan de 500 figuritas, otros de bastantes menos pero no deja de ser una tarea ingente.

Hay jugadores que han optado por una solución más económica en todos los sentidos y muy digna, pues los resultados son sorprendentes. Los ejércitos de papel. Emulando a nuestros abuelos y padres que también jugaban con soldaditos recortables.

Finalmente, no se puede jugar sólo, así que probablemente lo más importante es que crea comunidad, compañerismo y amistad entre jugadores.









miércoles, 29 de octubre de 2008

MACEDÓNICO IMPERIAL 328 a.C. (I)


Es preciso dedicar una entrada a mi primer ejército DBMM.

Libro II

Ejército 15. Alexandrian Imperial.

Dispongo de 400 puntos, pero ya está en fase de expansión y el objetivo es alcanzar 500.

Cuando digo dispongo, es que están pintados. No me gusta poner en la mesa tropas inacabadas.




Las figuras

Empecé a pintarlo hace un año exactamente y está compuesto exclusivamente por miniaturas Xyston. He de reconocer que la elección de este ejército se debió en parte a la calidad de esta marca, pues pintar miniaturas es también uno de mis placeres ocultos.

Como hacía tiempo que no pintaba 15mm, tuve que reciclarme pero creo que ahora he logrado un buen ritmo de trabajo.


Las unidades

Había otra razón que estaba en mi subconsciente y no era evidente el día que lo elegí, pero ahora estoy convencido de que, por mi mentalidad y forma de ser, tenía que ser un ejército regular.

Así pues dispongo de generales regulares, así como el grueso de las tropas. Cuenta con una buena diversidad de unidades, aunque evidentemente el grueso del ejército está formado por las famosas falanges de piqueros y la caballería de los compañeros.

Las unidades no obligatorias de la lista permiten confeccionar ejércitos equilibrados, incluyendo tropas ligeras de élite como los auxiliares tracios y los psilois agrianos, elefantes y otras tropas de apoyo, hoplitas y auxiliares griegos, caballería y light horse.

La principal novedad de la lista de ejército DBMM respecto a la anterior DBM, ha sido que los "compañeros" Kn(F) deben montarse en cuña y se convierten en impetuosos.

También resulta muy interesante la posibilidad de usar falanges experimentales y la guardia persa. Alejandro empezó a organizar estas unidades, aunque nunca llegaron a probarse en batalla. En ellas combinaba 3 filas de piqueros apoyadas por 12 filas de arqueros persas. En el juego se representan por bases dobles de Bw(X).


El manejo

Como lo he acabado hace pocas semanas, debo decir que soy un general macedonio novato y para colmo, los rivales que he tenido hasta la fecha no son precisamente sus enemigos históricos.

El ejército que a día de hoy puedo poner en el campo batalla incluye casi todas las tropas de la lista básica a falta de la caballeria bactriana. Toda esta variedad provoca en parte que la curva de aprendizaje sea alta. Pero personalmente disfruto muchísimo planeando y buscando las muchas posibilidades que ofrece.

Aún no he podido explorarlas como es debido, es decir, jugando.

Pero eso tiene arreglo.







EL DIA DE LA BATALLA


Inauguro la sección de informes de batalla de DBMM con la partida jugada el pasado día 20 de septiembre dentro de la jornada organizada por David Cantó.
Para más detalles de ese magnífico día os remito al blog del Fan de DBMM que podéis encontrar entre mis ALIADOS.

Ese día estrenaba por fin mi ejército macedónico imperial con 400 puntos. Los días anteriores fueron de frenética actividad para que todo estuviese bien acabado.
Mi rival, Xavi, se presentaba con su ejército escocés prefeudal. También tiene su propio blog, la Subcrónica de DBMM.

El relato está escrito en forma de carta, que el general macedonio al mando envía a Alejandro como si de un parte de guerra se tratase.
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A mi Rey y Compañero el Gran Alejandro.

Cuando me retiré a mi tienda, lo hice convencido de haber tomado todas las disposiciones posibles.
Aun no sabíamos claramente quienes eran aquellos bárbaros que venían del norte, lo que sí era seguro es que ya habían arrollado a los ilirios y que avanzaban rápido por la costa.

Por ello escogí una posición estrecha, junto al mar, con suaves colinas y terreno rocoso donde apoyar nuestra línea defensiva. Cuando ayer apareció una masa oscura por el horizonte partí personalmente con mi caballería ligera para reconocer al enemigo. Pudimos capturar a uno de sus exploradores, un andrajoso bárbaro, pintado de azul que gritaba en una jerga incomprensible para nuestros traductores. Sólo pudimos recoger una palabra gritada con insistencia y orgullo, algo así como "escot".



Junto al mar, los escotos tenían una profunda masa de hombres armados con picas, aunque no tan largas como nuestras sarissas. En su centro pudimos ver infantería ligera rodeando a una tropa reducida de guerreros que parecían mejor armados y encuadrados. Su caballería se desplegaba hasta el pie de las infranqueables colinas que delimitaban el campo de batalla.

Tras comprobar cuales eran sus fuerzas ordené mi dispositivo. A la izquierda los hoplitas mercenarios y las brigadas de compañeros a pie sobre una suave colina, con los arqueros cretenses cubriendo el flanco hasta las playas. En el centro dispuse a nuestras tropas ligeras de élite: los auxiliares tracios, apoyados por los agrianos. Los elefantes en el terreno abierto entre la suave colina y el roquedo del centro, cubierto por más tracios y los arqueros a caballo escitas. Detrás, la reserva de auxiliares regulares. En la retaguardia y hacia la derecha, las brigadas de los compañeros del Rey y las brigadas ligeras de caballería tracia, cubiertos por el roquedo y un olivar.

Todo estaba listo, el ejército estaba fresco y dispuesto, ansioso de medirse con aquellos bárbaros. Nos fuimos a dormir confiados en la victoria.
La noche era oscura y sin luna.



Acababa de despertarme, de madrugada y preparaba mi armadura para reunirme con mi guardia y hacer una inspección al ejército, cuando un grito de alarma me hizo salir precipitadamente de mi tienda. Un joven guardia corría hacia mí mientras señalaba atrás gritando voces de alarma.
Montamos de inmediato y salimos del campamento hacia la cresta de la colina que dominaba nuestra posición.



Al llegar allí quedé horrorizado. El enemigo casi estaba encima de nuestras posiciones. Los piquetes de avanzada no habían visto nada hasta que comenzó a clarear y ya era demasiado tarde.



Nuestras brigadas de picas se estaban formando a toda prisa para hacer frente a la masa de guerreros que se aproximaba rápidamente de forma oblicua a nuestra línea, eran las tropas de su centro que se habían desplazado silenciosamente, ocultas en la oscuridad.



Llegó un correo informando que la caballería enemiga se estaba infiltrando entre el roquedo y el olivar y que nuestra caballería se estaba poniendo en movimiento para conjurar la amenaza.

Así pues todo el plan de batalla estaba ya desbordado, los piqueros aún no estaban formados y el enemigo estaba a menos de 100 pasos. Decidí ganar tiempo haciendo avanzar la primera línea de picas, pivotándola para alinearse con el enemigo.

Los tracios más cercanos estaban listos, así que los lancé adelante contra el flanco del avance de la tropa de escotos. No había tiempo para más.

Lo que siguió fue muy rápido. Los tracios chocaron con la formación bárbara, que se revolvió con fiereza y los fulminó al instante. Ya teníamos una brecha entre los dos cuerpos del ejército.




Di órdenes para tapar el agujero a la reserva de psilois cretenses y yo mismo decidí acudir personalmente acompañando a mi reserva de auxiliares regulares.
Pero el desastre ya se estaba produciendo entre los piqueros. La primera línea que había avanzado, fue rota y arrollada sin remedio antes de ganar espacio o tiempo para sus compañeros. Esto provocó un desastre entre las filas posteriores que aun estaban acabando de formar, algunos fueron arrastrados por la derrota de la vanguardia, otros lograron formar y actuar como rompeolas.




Aquellos bárbaros vociferantes luchaban como diablos, se infiltraban en las líneas de picas y empujaban con un salvajismo desconocido que provocaba que nuestras apretadas líneas se rompieran y perdieran la cohesión. Nuestros piqueros no están acostumbrados a usar las espadas y con sus pequeños escudos no eran rivales para los guerreros enemigos.
Sin duda para enfrentarse a ellos son necesarias tropas más ligeras, en orden abierto, que puedan absorber el impacto de su carga y combatirles en el cuerpo a cuerpo. O los elefantes, o nuestros caballeros. Pero ya no estaban a tiempo de intervenir.
También estoy convencido que el no haber podido desayunar antes de empezar el combate fue determinante. Cuando los hoplitas y piqueros de la extrema derecha tuvieron en su mano desbaratar la punta de lanza enemiga, el ataque fracasó por completo. ¿Por qué los Sagrados Seises no estaban de nuestro lado? Sin duda por no poder haber realizado las libaciones matutinas en su honor.



Al acompañar la reserva hacia la brecha, el resto de tropas de nuestro centro quedaron sin órdenes y no se movieron durante la batalla, sólo avanzaron los auxiliares tracios y los agrianos que estaban próximos a mí, pero no tuvieron mejor suerte en detener a las tropas ligeras enemigas.

No se puede poner en duda el valor de nuestros soldados a pesar de combatir en tan desfavorables circunstancias. Aunque no lograron detener al enemigo, ciertamente le causaron terribles bajas que estimo en la mitad de su fuerza de guerreros de élite, pero no fue suficiente.

Finalmente la terrible hemorragia de nuestras brigadas de piqueros llevó al mando de la derecha al colapso, varias unidades comenzaron una rápida retirada, apenas unas pocas obedecieron las órdenes de resistir la marea enemiga.



¡Estaba al borde de la derrota total y el enemigo apenas había empleado la mitad de sus tropas!

Los mensajeros me informaron de que la caballería de los compañeros había detenido y rechazado a la caballería enemiga, quizás tuviese alguna oportunidad aún de enderezar el combate.



Pero fueron vanas esperanzas, poco después supe que al perseguir al enemigo habíamos sufrido un revés, leve pero suficiente para desbaratar cualquier posibilidad de recibir ayuda de la caballería.

Estaba a punto de ordenar la retirada general cuando...

¡Sonó la campana del rancho! Saludé amigablemente a mi bárbaro rival y nos fuimos alegremente junto al resto de compañeros para comer y compartir emociones y experiencias.