domingo, 13 de diciembre de 2009

RAFIA la batalla (y 3)


El cartel publicitario del escenario.

Los jugadores: Toni, (el diseñador), Carlos (Ptolomeo), Antíoco III(preocupado), Ricardo (Equécrates) y yo mismo (general inerte xD!)

Efectivamente, tras disponer en la mesa el desplieque de tropas (para poder juntar las masas de picas y elefantes todos aportamos miniaturas), echamos a suertes el reparto de mandos, con lo que Carlos y Ricardo quedaron al mando del ejército egipcio ptolemaico y David, Toni y yo al mando seléucida. A mi me tocó el ala izquierda, que el diseño indicaba como general inerte, pues en la batalla histórica se quedó pasmado.




No me explararé demasiado para no ser pesado, pero no dejéis de ver las fotos. Además de las mías, hay una buena colección que Carlos me ha pasado y que son excelentes.

Los ejércitos dispuestos vistos desde la posición del ala izquierda seléucida.




Un bucólico pueblecito en la retaguardia egipcia.



Nuestro flanco derecho, al mando de Antíoco.



Mis tropas, elefantes superiores, caballeros, caballería ligera.



Los elefantes de Antíoco, al frente de su línea.



Las masas de picas, frente a frente.



Las ptolemaicas.



Las seléucidas.


Empieza el avance, nuestro plan de batalla no tenía demasiadas sutilezas, avanzar al choque y confiar en la superioridad de nuestros elefantes para dañar al enemigo. Nuestro centro tenía un punto débil, las tropas árabes que pensábamos no durarían mucho, así que las alas seleúcidas se lanzaron al ataque. Siendo el ala izquierda inerte, tendría un castigo a sus tiradas de órdenes, así que cuando la primera tirada dio un 6, se lanzó adelante sin pensar mucho, aprovechando la ocasión.



La larga línea de piqueros avanzó, lentamente.




Los generales seleúcidas preocupados por su izquierda, obsérvese la mirada ansiosa de Antíoco.



Los ptolemaicos, concienzudos y "pofesionales", calculan su avance al milímetro.



¡Adelante!



Los primeros choques en nuestra izquierda.



Y en la derecha.

Siguiendo el plan hiatórico, Antíoco flanquea a sus elefantes por la playa para intentar sorprender a Ptolomeo.




Aquí se ve mejor el movimiento. Sin embargo tiene lugar algo que no se produjo en la batalla real. Antíoco se adelanta demasiado cuando sus elefantes aún no han derrotado a sus adversarios.




Mientras tanto la izquierda sigue dando problemas, el general inerte, ha dejado de tener buenas tiradas de órdenes y sus tropas quedan desamparadas, indecisas ante el enemigo, que es hábil y maquiavélico.

Antíoco cada vez más ceñudo ante los problemas de su izquierda.



El enfrentamiento en la derecha se hace esperar.




Pero en la izquierda los gestos de preocupación se hacen bien evidentes ante la risa aún más maquiavélica de Equécrates, que tiene los dioses de la fortuna indudablemente de su lado.

Antíoco, visiblemente deseperado se echa las manos a la cabeza.



Con las tropas seleúcidas paralizadas por la falta de órdenes, los egipcios abren brecha fácilmente. La historia volvía a repetirse 2.226 años despues.




En el otro flanco la caballería pesada de Antíoco empujaba a la de Ptolomeo. Los elefantes se enfrentaban en un choque donde la superioridad teórica de los paquidermos indios sobre los africanos no daba resultados evidentes.




En el centro las gigantescas formaciones se aproximan, los arqueros árabes de Toni ralentizan el avance egipcio y le producen las primeras bajas.



Pero en el flanco izquierdo es donde las cosas se precipitan, al pie de las colinas la caballería seléucida fracasa por completo y es arrollada.



Mientras tanto Ptolomeo que ha dispuesto su trampa pacientemente, la hace saltar en el momento preciso.



Efctivamente, Antíoco, al adelantarse a su flanco de elefantes ha dejado una enorme brecha a su izquierda. Ptolomeo que había retirado su caballería ligera ve la oportunidad y se cuela por el espacio libre.






La caballería egipcia se cuela entre las líneas seléucidas y alcanza a Antíoco desprotegido.



El resultado es desastroso. Antíoco es derrotado, huyendo del campo de batalla.



A pesar del duro golpe moral, las falanges de piqueros llegan por fin a las manos, es la hora de la matanza.



Equécrates, fríamente, se prepara para destruir la izquierda seléucida y envolver a la falange.




En un golpe de efecto tremendo y con unas tiradas tan buenas como malas las mías, los restos del ala izquierda seleúcida son volatilizados.




Panorámica general de la batalla en esta fase.



Las bajas se acumulan al lado de la mesa, pero las seleúcidas doblan a las egipcias.




Los restos de la izquierda deciden que ya han tenido bastante y dan media vuelta. Toni tiene que improvisar como puede un nuevo flanco para enfrentarse a las fuerzas de Equécrates que se disponen a envolverlo.




Los auxiliares griegos combaten contra los gálatas al servicio de Ptolomeo.




Los arqueros y auxiliares árabes han combatido mucho mejor que los históricos pero tampoco podrán aguantar mucho más.

Todas las esperanzas para Antíoco consisten en que su mando resista y consiga doblegar a los ptolemaicos y que los argyrápides derroten a los eqipcios.

Aún queda una leve esperanza.



Sin embargo, el peso de los números se decanta inexorablemte a favor de los egipcios, el centro izquierza seléucida va cediendo lentamente hasta que se produce una brecha y separación entre las falanges de arqyráspides que, aunque han logrado romper en algún punto la línea egipcia, están completamente desbordadas por el flanco y condenadas.
Con las dos alas rotas y el centro desmotivado el ejército de Antíoco sucumbe tras larga agonía y la batalla llega a su desenlace histórico.



IMÁGENES DE BATALLA
La batalla dejó escenas impresionantes que Carlos recogió fielmente con su cámara.
No tienen desperdicio.
Por ejemplo, la comida en hermandad.










































EPÍLOGO
Los generales derrotados, haciendo números.

Antíoco no puede creer aún haber caído en la trampa de Ptolomeo, su mirada perdida refleja el debate de su alma.

Toni, al frente de sus invictas pero agotadas falanges, con el gesto de "me han dejado sólo otra vez".




Los felices generales victoriosos.




Y ahora a pensar en la próxima para Barnalúdica 2010.

De entrada puedo anunciar que Ricardo ya está manos a la obra con el diseño, que será muy gorda y de romanos.




10 comentarios:

Xavier Martí i Picó dijo...

Buufff, me he quedado "acojonido"... impresionante...tanto la batalla como el reportaje... felicidades

Ricardo dijo...

Queda feo decirlo, pero...

¡somos la leche!

;)

Pedro dijo...

¡Genial!
Gran trabajo y apabullante número de miniaturas sobre el tablero. Muy chulo, si señor. Rafia es muy buena batalla para jugar y parece que lo habéis bordado. Enhorabuena, compañeros.

Estherqp dijo...

JUJUJU, ¡estaba esperando esta entrada! Muy buena entrada!! menuda batalla, debió ser muy chula aunque no tanto para los seléucidas,jejeje.

Hetairoi dijo...

Como dice Pedro, lo habéis bordado!!

Algunas fotos parecen sacadas de una superproducción de holywood!

Erwin dijo...

Gracias a todos.
Las mejores fotos son las de Carlos, que le salen escenas como dices, de película!
Realmente estuvo muy bien y nos divertimos mucho.

Juanjo dijo...

Esta crónica es de las que crean afición. Aparte, tal y como ya han comentado el resto de compañeros, el reportaje fotográfico merece mención al Óscar. Encuentro especialemnte evocadoras las que nos convierten un uno más entre las masas de picas en liza. ¡Felicidades!

David Cantó dijo...

Espectacular. ¡Visto desde aquí es aun mejor que habiendo estado allí! :O. Por cierto, gracias por haberme sacado tan favorecido en las fotos XD.

Ricardo dijo...

Solo faltaban las nubes de polvo como en la peli de Alejandro...

;)

Elías Amorós dijo...

A por cierto estherqp era yo, es que lo escribi sin darme cuenta con el blogger de mi madre jejeje