PITO, PITO Y PITO PORQUE ME TOCA

INICIO DEL 2011 y primera derrota.....

El día 2, tempranito tempranito, Ricardo y yo nos encontramos en el Club Recs de Gavà para estrenar el Año Nuevo ejércitando a las tropas para la liga.

Tras las felicitaciones de rigor, pusimos manos a la obra, planteando una interesante batalla entre sus legiones cesarianas y mis seléucidas.

Con una colina difícil en mi izquierda y una fácil en la derecha monté un dispositivo claramente ofensivo, con la caballería de línea (9Kn(F)) y apoyo ligero en el centro, para hacer una penetración rápida. A la derecha, 4 falanges (una de superiores) y los thureophoi Ax(S) debían avanzar cubriendo el flanco del ataque montado y pelear contra los legionarios. A la izquierda, los gálatas a pie y a caballo, junto a los Ps(S) licios, debían cruzar un valle, ocupar una colina abrupta parta apoyar el ataque de mis caballeros.

La batalla empezó de forma inmejorable, PIP altos y buenos resultados, el asalto de la caballería era un éxito y las bajas romanas subían. Como mi dado de Ilion sumaba seis tras seis ante la mirada desangelada de Ricardo, el azar decidió demostrarle que era un dado completamete legal.

En el momento en que me tocaba volver a espolear a mis tropas para castigar a los desequilibrados romanos, un terrible PITO PITO PITO en mi tirada de PIPs me dejó inmovilizado e inerte para la reacción enemiga. Y en la siguiente tanda de combates, lo que antes fueron seises se convirtieron en unos y doses.

Y cuando volvió a tocarme el turno de iniciativa, salió un PITO PITO DOS, que definitivamente hundió mi moral de combate.

Las falanges murieron de forma pasiva acumulando bajas desastrosas, los caballeros no pudieron aprovechar su superioridad y los gálatas, incapaces de maniobrar solo pudieron avanzar hacia la nada. Por lo que acabé librando la batalla con sólo 2/3 de mi ejército.

Finalmente, aunque el centro romano se había desmotivado, en mi derecha, mis hemosas falanges se habían desintegrado y me vaía forzado a pedir al enemigo una honrosa retirada, ya que era la hora de comer. Derrota clara.

Un comienzo de año divertido y con el azar tan cimbreante como una odalisca sufriendo aún de los efectos de la fiesta de fin de año.